
Pequeños pasos, grandes logros: el desarrollo psicomotor en bebés
¿Sabes cómo crece tu bebé? Explora la importancia del desarrollo psicomotor infantil con nuestra guía completa. Entiende cómo adquiere habilidades motoras, cognitivas y sociales en cada etapa. Conoce qué esperar y cómo apoyar activamente su progreso.
El desarrollo psicomotor es el fascinante camino por el que tu bebé aprende a moverse, pensar y relacionarse con el mundo. Apoyarlo potencia su autonomía desde el primer día.
¿Alguna vez te has preguntado cómo tu bebé pasa de ser un recién nacido a un pequeño explorador que da sus primeros pasos? Desde el nacimiento, los bebés comienzan un proceso continuo de adaptación al mundo que se manifiesta a través de gestos significativos como sostener la mirada, sonreír y seguir figuras. Este desarrollo psicomotor, que abarca tanto el crecimiento físico como la interacción social, es fundamental en las etapas de crecimiento de los niños. Estimular este proceso es esencial para el bienestar y la autonomía de tu hijo. A continuación, exploraremos su significado, los hitos del desarrollo infantil y su importancia.
¿Qué es el Desarrollo Psicomotor?
Cuando hablamos de desarrollo psicomotor en bebés, nos referimos a todas aquellas habilidades que los pequeños van adquiriendo tanto a nivel cognitivo como físico. Estas destrezas les permiten interactuar con su entorno y desenvolverse de manera integral. Caminar, hablar y moverse son algunas de las capacidades más básicas que se manifiestan en los hitos del desarrollo infantil.
Este proceso está directamente relacionado con la madurez del sistema nervioso central, el desarrollo de sus sentidos y un ambiente psicosocial estable en su entorno: un hogar afectivo y con límites sanos le permitirá al niño adquirir cualidades definidas de su personalidad, impulsando su desarrollo psicomotor integral.
Áreas del desarrollo psicomotor
Durante las primeras etapas, los bebés alcanzan hitos significativos en su desarrollo psicomotor. A continuación, se describen algunas de estas etapas:
Desarrollo motor grueso en bebés
La motricidad gruesa en el bebé se refiere a las actividades que involucran los músculos grandes del cuerpo, las piernas. Desde que tu pequeño aprende a gatear y caminar, hasta correr, lanzar, saltar y equilibrarse. ¡Es emocionante ver cómo se mueve por el mundo! Estas habilidades permiten a los niños moverse y explorar su entorno de manera independiente, siendo cruciales en el desarrollo físico del niño.
El crecimiento y desarrollo del bebe va de arriba hacia abajo, así que controlará la cabeza y el cuello antes que sus brazos y piernas. Luego se desarrollan del torso hacia afuera, esto significa que tu bebé podrá controlar sus brazos y piernas antes que los dedos de sus manos y pies.
Desarrollo motor fino
La motricidad fina se relaciona con los músculos pequeños, principalmente de las manos y los dedos, pero también de los labios y la lengua. Implica habilidades más precisas y delicadas.
Ejemplos incluyen agarrar objetos pequeños con los dedos (como en el agarre de pinza), manipular juguetes, usar utensilios para comer, dibujar, escribir, así como chuparse los labios. Estas destrezas requieren una mayor coordinación entre manos y ojos. ¡importantísimas para aprender a comer alimentos sólidos!
Cómo evoluciona la motricidad fina en bebés
¿Tu bebé quiere alcanzar todas las cosas? ¿Centra su atención en algo y trata de tomarlas? ¡Está desarrollando sus habilidades motoras finas! Y, a medida que lo haga, tendrá un nuevo interés en el mundo que lo rodea. Así es como lo hace:
- Alcanzar: Si tu bebé ve algo que le interese, intentará alcanzarlo. Sus ojos se pueden enfocar en lo que quiere y pronto será capaz de controlar sus brazos y manos para alcanzarlo.
- Sujetar: Cuando tu bebé tiene lo que deseaba alcanzar, cerrará sus dedos alrededor del objeto y tratará de sujetarlo. Quizá se le caiga las primeras veces, pero seguirá intentándolo hasta que finalmente lo pueda sujetar.
- Tocar y sentir: A medida que tu bebé crezca y pueda sujetar un objeto en su mano, usará sus dedos para palparlo, identificar cualquier irregularidad, aspereza, suavidad y otras texturas. Cuando empiece a comer sólidos, ¡también hará esto con su comida!
- Trabajo en equipo: ¿Tu bebé trata de llevarse todo a la boca? Si es así, está practicando su coordinación de ojo-mano; utiliza sus ojos para enfocar, los músculos de sus deditos para tomar las cosas y sus brazos para llevarlas a su boca. Esta habilidad le será útil para alimentarse solo.
Te puede interesar: Actividades para desarrollar la motricidad fina de tu bebé.
Desarrollo cognitivo
A medida que tu hijo crece y explora su entorno, también está aprendiendo muchas de cosas nuevas. ¡Es un mundo de aventuras cada día! Su capacidad para procesar información, resolver problemas y comprender conceptos abstractos mejora. Este aspecto está estrechamente relacionado con el desarrollo psicomotor, ya que las habilidades físicas y cognitivas se entrelazan. Un niño que explora físicamente su entorno también está aprendiendo y procesando información.
Desarrollo del lenguaje
El lenguaje es una parte esencial de las habilidades psicomotoras. A medida que los niños adquieren habilidades lingüísticas, también mejoran su capacidad para comunicarse y comprender conceptos más complejos. La comunicación verbal y no verbal contribuye a una interacción social más rica.
Desarrollo social y emocional
El juego y la interacción con otros niños son fundamentales. Imagina a tu hijo compartiendo un juguete o negociando quién usa el tobogán en el parque. Es ahí, en cada risa compartida y en cada pequeño desafío resuelto, donde aprenden a compartir, cooperar, resolver conflictos y desarrollar empatía. Estas valiosas interacciones son las que los preparan para todas sus futuras relaciones.

Etapas clave del desarrollo psicomotor
La estimulación del desarrollo psicomotor comienza desde el vientre materno, pasa por los primeros meses que son cruciales y se extiende hasta la adolescencia, donde el cuerpo y la mente continúan evolucionando con el entorno familiar, social y personal.
A continuación, profundizaremos en las etapas del desarrollo psicomotor:
Etapa Prenatal (antes de nacer)
Durante esta etapa, se desarrollan los cimientos del sistema nervioso central, sentando las bases para el desarrollo psicomotor futuro. Aunque no se observen habilidades motoras en este momento, el feto experimenta un rápido crecimiento y maduración. Es por esto que una correcta nutrición ―a través de los alimentos y una adecuada suplementación de la madre― es fundamental para un óptimo desarrollo del bebé. Además, practicar la relajación y la meditación, lo que puede favorecer un ambiente tranquilo para el desarrollo del bebé.
Etapa Neonatal (recién nacido a 3 meses)
En esta etapa, los bebés desarrollan habilidades motoras básicas de movimiento, como el reflejo de succión y el de prensión. Comienzan a levantar la cabeza mientras están boca abajo y también a seguir objetos con la mirada. La succión a través del pecho por lactancia materna contribuye a que maduren los músculos de la cavidad oral. Puedes colocar al bebé boca abajo durante breves períodos para fortalecer los músculos del cuello y la espalda.
Etapa Infantil Temprana (4 a 6 meses)
Durante este período, los bebés comienzan a controlar sus movimientos de cabeza y cuello con mayor eficacia. Pueden rodar de su espalda a su estómago y empiezan a explorar objetos con las manos y la boca. Los juguetes que hagan ruido o tengan colores brillantes pueden estimular su atención y el movimiento.
Etapa de Gateo y Exploración (7 a 12 meses)
Los bebés desarrollan la capacidad de gatear, lo que les permite moverse y explorar su entorno de manera más activa. Puedes crear un área segura para que el bebé gatee y explore, usando cojines y juguetes para fomentar el movimiento.
En esta etapa también pueden sentarse sin apoyo y agarrar objetos con el pulgar y el dedo índice, como una pinza. El bebé, además, ya inició con la alimentación complementaria. La progresión de texturas es importante para el correcto desarrollo de la masticación y deglución.
Por ejemplo, productos como los Puffs de GERBER®, con su forma de estrella, pueden estimular la habilidad de "pinza fina".

Etapa de la Primera Infancia (1 a 2 años)
Durante este período, los niños comienzan a caminar, primero con ayuda y luego de manera independiente. Asimismo, mejoran su agarre y logran manipular objetos de forma mucho más precisa. Su coordinación ojo-mano se perfecciona significativamente en esta fase de las habilidades psicomotoras. Juguetes que requieran apilar o encajar piezas ayudan a mejorar la coordinación mano-ojo.
Etapa de la Segunda Infancia (2 a 3 años)
Los niños perfeccionan sus habilidades de caminar y correr. Comienzan a saltar y subir escaleras alternando los pies. Su destreza motora fina continúa mejorando, lo que les permite realizar actividades como dibujar, colorear y manipular pequeños objetos con más precisión.
¡Lleva a tu pequeño a jugar al aire libre! Así puede correr y saltar y desarrollar sus habilidades motoras gruesas.
Etapa Preescolar (3 a 5 años)
Durante esta etapa, los niños desarrollan habilidades de coordinación motora más complejas. Pueden lanzar y atrapar pelotas con mayor precisión, pedalear en bicicleta y realizar movimientos controlados al dibujar y escribir. A partir de los 3 años, el desarrollo psicomotor se enfoca en fortalecer la coordinación, el equilibrio y la agilidad, lo que les permite participar en una variedad de actividades físicas y deportivas hasta la adolescencia, involucrando, así mismo, la interacción social.
Involucrar a tu pequeño en actividades artísticas como pintar o hacer manualidades, para que pueda seguir desarrollando su motricidad fina.

La estimulación temprana en el desarrollo psicomotor
La estimulación temprana es esencial para promover un desarrollo psicomotor saludable. Juegos, actividades y juguetes que fomentan el movimiento, la exploración y la interacción ayudan a que tus hijos tengan un proceso exitoso y favorable en cada etapa de su desarrollo. ¡Acompáñalos en este maravilloso viaje!
El desarrollo psicomotor es un proceso fascinante y esencial que varía en ritmo entre cada bebé. A medida que observas a tu pequeño, ¡te asombrarán todas las cosas grandes y pequeñas que aprenderá en su primer año! Es importante recordar que cada niño aprende a su propio ritmo, alcanzando las habilidades y destrezas en momentos ligeramente diferentes. Factores como la genética, la alimentación, el entorno, la estimulación temprana y las experiencias de vida pueden influir en las habilidades psicomotoras.
Si notas que tu hijo no realiza las actividades correspondientes a su edad, es recomendable consultar con el pediatra. Esta evaluación puede ayudar a identificar cualquier posible preocupación y garantizar que tu hijo reciba el apoyo necesario para alcanzar su máximo potencial.