
Las mejores técnicas para amamantar: ten una lactancia feliz
¿Lo intentaste todo, pero el dolor y la hinchazón te hacen pensar en rendirte con la lactancia? Descubre técnicas para amamantar y pequeños ajustes que puedes hacer para transformar tu experiencia, haciéndola feliz para ti tu bebé.
Descubrir las técnicas para amamantar correctas transforma la experiencia de la lactancia, brindando comodidad y fortaleciendo el vínculo con tu bebé desde el primer día. Pequeños ajustes en la posición o el agarre pueden marcar una gran diferencia para ambos.
El viaje de la maternidad es una aventura llena de momentos preciosos, y la lactancia materna es, sin duda, uno de los más especiales. Sabemos que puede haber dudas y desafíos al principio, ¡y eso es completamente normal! Pero con las técnicas para amamantar adecuadas y un poquito de paciencia, tú y tu bebé disfrutarán de una conexión inigualable. ¡Vamos a descubrir juntos herramientas para que la lactancia sea una experiencia cómoda y gratificante!
El contacto piel con piel: la magia del primer encuentro
Establecer un vínculo profundo con tu bebé es un regalo que dura toda la vida, y todo comienza con el contacto piel con piel justo después del nacimiento. Este simple y hermoso gesto no solo es reconfortante para tu pequeño, ayudándole a adaptarse a la vida fuera del útero, sino que también es clave para favorecer el inicio de la lactancia. Lo ideal es acercar a tu bebé a tu pecho en la primera hora de nacido para estimular su instinto natural de succión.
Los profesionales de la salud en el hospital estarán allí para guiarte y asegurar que tanto tú como tu bebé tengan los cuidados necesarios para este primer acercamiento. ¡Es un momento mágico que sienta las bases para una lactancia exitosa!
Beneficios de la lactancia piel con piel
La lactancia con contacto piel con piel, también conocida como “método canguro”, tiene múltiples beneficios para la mamá y el bebé. Como, por ejemplo:
- Estabiliza el ritmo cardíaco y la temperatura corporal de tu bebé.
- Mejora el patrón de respiración de tu bebé.
- Mejora su tiempo de sueño profundo y está más relajado y preparado para alimentarse.
- Disminuye tu respuesta al estrés y tiene un efecto calmante para ambos.
- Aumenta tu suministro de leche.
Posiciones para amamantar: encuentra tu comodidad y la de tu bebé
Aprender diferentes posiciones para amamantar es fundamental. Una buena posición no solo ayuda a tu bebé a alimentarse de manera más efectiva, sino que también te protege de molestias, la hinchazón y dolores en tus senos. A veces, con tan solo ajustar la forma en la colocas a tu bebé, tendrás una mejor experiencia.
Pasos básicos para una posición correcta
Para que tanto tú como tu bebé se sientan cómodos y la lactancia sea efectiva, sigue estos sencillos pasos para encontrar la posición correcta para amamantar:
- Postura cómoda: Siéntate cómodamente en un asiento cómodo con respaldo o recuéstate antes de colocar a tu bebé en su posición y apoya tus pies en el suelo o en un soporte. Esto le permitirá comenzar a alimentarse de inmediato sin necesidad de cambios incómodos de posición. Si es necesario, usa cojines para mayor comodidad.
- Acerca a tu bebé: Utiliza tus caderas para acercar a tu bebé hacia ti, asegurando que su cabeza esté alineada con tu pecho.
- Ajusta la posición: La cabeza de tu bebé no debe estar inclinada hacia el pecho ni demasiado hacia atrás, ya que esto hace que tragar sea más difícil para él. Su boca debe estar bien abierta y sus labios hacia afuera, abarcando una buena parte de la areola, no solo el pezón.
La posición básica o de cuna
La posición básica es un excelente punto de partida para muchas mamás.
- Elige un asiento con respaldo o siéntate con la espalda recta. Coloca unas almohadas para apoyar tus manos y coloca tus pies en un banco pequeño para mayor comodidad.
- Coloca a tu bebé cerca de ti, asegurándote de que sus caderas estén flexionadas. Esto evitará que tenga que mover su cabeza para alcanzar tu pecho. Papá puede ayudarte a alcanzar al bebé.
- Sostén uno de tus senos para que no presione la barbilla de tu bebé y reposa su barbilla en el seno.
- Coloca al bebé sobre tu pecho, ayúdalo a abrir la boca tocándole sus labios con tus dedos y acércalo apoyando su espalda para que su nariz toque tu pecho.
- Logra que el bebé tome toda la aureola y succione. Si solamente toma el pezón, está mal acomodado y no podrá hacer una correcta succión.
- Si llegas a sentir alguna presión o dolor, separa al bebé del pecho suavemente y vuelve a intentarlo hasta que la posición no provoque dolor.
La posición de balón de fútbol americano (o de cuna invertida)
Una vez que domines la posición básica, puedes probar la posición de balón de fútbol. Esta es especialmente buena para mamás con pechos grandes o mamás que han tenido una cesárea, ya que mantiene al bebé alejado de la incisión.
- Sostén la cabeza de tu bebé con una mano y su espalda a lo largo de tu antebrazo opuesto.
- El bebé debe estar frente a ti, con su boca a la altura de tu pezón. Sus piernas y pies apuntan hacia el cielo, con sus caderas flexionadas.
Recostada hacia atrás
Esta posición puede ser muy cómoda tanto para ti como para tu bebé.
- Recuéstate en una cama o sofá con la espalda bien apoyada.
- Coloca a tu bebé sobre tu pecho, permitiendo que se amolde cómodamente a tu cuerpo o puede estar en la posición que quiera. Solo asegúrate de que su carita tenga suficiente espacio para respirar.
- Ahora, relájate y disfruta de esta dulce conexión con tu bebé.
A veces, tu mano dominante (si eres diestra o zurda) puede influir en la posición que elijas. Por eso, es útil tener en mente un par de posiciones favoritas para poder alternar si te cansas de sostener a tu bebé. Recuerda, la práctica hace al maestro, y pronto encontrarás lo que mejor funciona para ambos.

Cómo mejorar el agarre de tu bebé al amamantar
Dominar las técnicas para amamantar implica algunos pequeños ajustes que marcan una gran diferencia. Para facilitar que tu bebé se agarre bien y se alimente cómodamente, a veces necesitas sostener el seno. Esto ayuda a que el peso del pecho no presione su mentón, permitiéndole succionar mejor. ¡Aquí te contamos cómo lograr un agarre óptimo!
- Sostén en "C" o en "U":
- Posición "C": Coloca tus cuatro dedos debajo del pecho y el pulgar en la parte superior, formando una "C" con tu mano, justo detrás de la areola.
- Posición en "U": Coloca tus dedos sobre tu costilla, justo debajo del pecho, con el dedo índice en el pliegue. Sostén el seno entre el pulgar (arriba de la areola) y el resto de los dedos (abajo), formando una "U".
- Asegúrate de que tus dedos estén bien detrás de la areola (el área más oscura alrededor del pezón) para no estorbar a tu bebé al momento de agarrarse al pecho.
- Puedes hacer una compresión leve en el pecho con tus dedos para facilitar que tu bebé se agarre.
- Sosteniendo el pecho, roza el labio inferior de tu bebé con tu pezón o haz que su barbilla toque tu pecho. Esto lo animará a abrir bien la boca.
- Cuando abra la boca como si estuviera bostezando, acércalo a ti rápidamente y coloca su boca totalmente abierta en tu pecho, apuntando tu pezón hacia su paladar.
Importante: ¡Tus dedos no deben tocar la areola! Asegúrate de que el bebé abra la boca lo suficiente para abarcar no solo el pezón, sino también una buena parte de la areola, lo cual es clave para una succión efectiva y sin dolor.
¿Cómo saber si tu bebé se está agarrando bien y recibiendo suficiente leche?
Si aún no estás segura de que tu pequeño se está agarrando bien de tu pecho y está recibiendo toda la nutrición que necesita, aquí te dejamos unas pistas clave:
Señales de un buen agarre
- Sus labios están bien pegados al seno, tomando toda la areola, no solo el pezón.
- Su nariz estará muy cerca de tu pecho, pero asegúrate de que tenga espacio para respirar.
- Si no sientes dolor en el pecho durante la toma, ¡es una excelente señal!
Señales de que está tomando suficiente leche
- Tu bebé aumenta de peso y talla adecuadamente.
- Moja una cantidad correcta de pañales al día para su edad.
- Al terminar la toma, tu bebé se queda tranquilo, relajado y satisfecho.
- Su piel tiene un color sonrosado.
- Realiza tomas frecuentes, al menos ocho al día.
- Succiona con fuerza y no solo toma el pezón.
Es importante recordar que los bebés toman tiempo en aprender a amamantar. Al principio, pueden tardar más en cada pecho, pero con la práctica, serán unos expertos. Puede parecer que toman mucha leche ya que las tomas son frecuentes. Pero eso es porque su estómago aún es pequeño (¡del tamaño de una cereza o una nuez!) y, además, la leche se digiere muy rápido.
Para un seguimiento más preciso, te sugerimos llevar un registro de las tomas y los cambios de pañal, y compartirlo con tu especialista en tu próxima visita.
Señales de hambre del bebé: ¡no esperes el lloriqueo!
Es importante que amamantes con frecuencia a tu bebé. Por eso, debes estar atenta a las señales tempranas de hambre de tu bebé. Si esperas hasta que esté llorando, la ansiedad que siente puede dificultar la toma.
Busca estas señales de hambre:
- Abre la boca.
- Mueve la cabeza de lado a lado.
- Realiza muecas de succión.
- Se lleva la mano a la boca.
La lactancia también tiene beneficios para Mamá
La lactancia materna es un regalo maravilloso no solo para tu bebé, sino también para ti. Aquí te contamos algunos de los beneficios que la lactancia te ofrece:
- Te ayuda a recuperar tu peso previo al embarazo de manera natural.
- Contribuye a prevenir el cáncer de mama y ovarios.
- Ayuda a prevenir la depresión posparto.
- Promueve la remineralización de los huesos.
Las tomas nocturnas y el colecho
Las tomas nocturnas ayudan a prolongar la lactancia, lo que favorece el desarrollo de tu bebé. Sin embargo, sabemos que amamantar varias veces durante la noche puede ser muy agotador. El colecho (dormir cerca de tu bebé en la misma habitación) puede ser de gran ayuda, especialmente en los primeros días.
Si optas por el colecho, ten en cuenta estas precauciones de seguridad:
- Cunas colecho: Son una excelente opción para estar cerca sin compartir la misma cama.
- Supervisión constante: Nunca dejes a tu bebé solo en una cama o sofá.
- Entorno seguro: Evita que el bebé duerma solo con personas que no sean sus padres o con animales.

Relactancia materna: ¡sí, se puede retomar la lactancia!
Hay muchas razones por las que las mamás pausan la lactancia, desde la disminución de la producción de leche hasta el regreso al trabajo. La relactancia materna es un proceso increíble que te permite volver a estimular tus senos para producir leche y retomar la lactancia. Es una prueba de la increíble capacidad de tu cuerpo.
¿Dejaste de amamantar a tu bebé y deseas retomarlo? Los primeros días pueden ser difíciles, por la falta de costumbre. Pero, aunque parezca imposible, ¡puedes lograrlo! Es cuestión de práctica, paciencia, y un buen descanso.
La paciencia es tu mejor aliada
Cada mamá es diferente y su producción de leche es única. ¡Pero todas las mamás pueden amamantar! Si no has tenido éxito en tu primera vez lactando, lo importante es no rendirse y seguir estimulando tus senos para lograr la bajada de leche. Pasar más tiempo cerca de tu bebé no solo estimula la lactancia, sino que también fortalece ese vínculo tan especial entre ambos.
Ofrece el pecho frecuentemente
Cuanto más tiempo y más seguido pongas a tu bebé cerca de tus pechos para succionar, más probable será que tus senos vuelvan a producir leche. La succión del bebé estimula las hormonas responsables de la producción de leche en tus glándulas mamarias. Al principio, necesitarás ofrecer el pecho con mucha frecuencia (¡quizás más de 12 veces al día!) para estimular la producción. Asegúrate de que cada toma sea mayor a los 15 o 20 minutos.
¿Cuándo comenzaré a producir leche?
No hay un periodo en específico en el que las mamás comienzan a producir leche. Puede tomar un día o una semana; cada mamá es diferente. La clave es la frecuencia con la que ofrezcas el pecho. De hecho, cuanto antes inicies el proceso de relactación después de haber dejado de amamantar, ¡mejor! Los bebés más pequeños suelen estar más dispuestos a amamantar, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que la relactación puede funcionar perfectamente en bebés de cualquier edad, ¡incluso de más de un año!
¡Esperamos que esta guía sobre técnicas para amamantar te llene de confianza en tu camino como mamá! Recuerda, cada experiencia es única, y lo más importante es que te sientas apoyada y feliz con tus decisiones. ¡Estás haciendo un trabajo maravilloso